Durante el segundo semestre del año 2021, estudiantes de tercer año de la Carrera de Pedagogía en Educación Diferencial de la UCSH, mención Discapacidad Intelectual, desarrollaron la experiencia de Aprendizaje Servicio “Lectoescritura para la vida cotidiana: habilitación de aprendizajes funcionales en adultos mayores de la Fundación Villa Padre Alberto Hurtado”. La actividad se desarrolló en el marco de la asignatura Estrategias de Enseñanza de la Lectura y Escritura en la Discapacidad Intelectual, a cargo de la académica Ethel Trengove, con el apoyo de Denis Díaz, encargada del Programa de Adulto Mayor Mamá Margarita, de la Dirección de Vinculación con el Medio de la UCSH, y la estudiante en práctica de psicología, Geraldine Garrido.
En la experiencia, 17 estudiantes desarrollaron sesiones para estimular la activación y el desarrollo de habilidades asociadas a la lectura, la comprensión de lectura y la escritura de los adultos y adultas mayores de la Fundación Villa Padre Alberto Hurtado, a través de actividades didácticas, con el fin de aportar en el desarrollo de habilidades cognitivas. La Fundación Villa Padre Hurtado es una institución que recibe a adultos y adultas mayores en condición de vulnerabilidad, muchos de ellos en situación de abandono, sin contar vivienda o con familia que los acoja.
Para realizar la experiencia, las y los estudiantes prepararon secuencias didácticas que permitieran generar un trabajo interactivo con los adultos de la Fundación, enfocado en actividades mediadas por la lectura y la escritura, con un enfoque lúdico y contextualizado, en que se abordaron contenidos como géneros musicales, géneros literarios, temáticas culturales, y juegos como memorice, ruleta, pasapalabra, adivinanzas, sopas de letras y crucigramas, entre otros. Luego, entre octubre y diciembre, las y los estudiantes realizaron reuniones de forma remota con los adultos de la Fundación, en donde implementaron las actividades.
“Para la carrera de Educación Diferencial es fundamental ampliar los campos de acción y visibilizar la educación como un derecho transversal, independiente de la edad de los participantes”, señala sobre la experiencia la docente a cargo, Ethel Trengove. “En el caso de las personas de la Fundación, creemos que se genera un gran aporte hacia los adultos, se les proporcionan actividades para mantenerlos activos en el ejercicio de sus habilidades cognitivas y también de lectura y escritura, pero principalmente se producen espacios de interacción social y diálogo que promueven la motivación de los usuarios en actividades diversas con las que se intenta crear un espacio diferente, protagónico y de gran participación”, destaca.
“Nuestra intención ha sido generar aprendizajes bidireccionales, es decir, útiles y significativos para los adultos de la fundación y también para nuestros estudiantes, y con ello generar espacios de transformación social, entendiendo el proceso educativo como una instancia que enriquece a todos los actores participantes y que promueve el derecho a la educación” señala la académica.
Por su parte, Denis Díaz, encargada del Programa de Adulto Mayor Mamá Margarita, en la Dirección de Vinculación con el Medio de la UCSH, releva: “Para nuestro programa es fundamental contar con socios estratégicos que estén abiertos al encuentro fraterno y desprejuiciado con personas jóvenes a través de medios desafiantes para las personas mayores, como fue este trabajo a través de una plataforma remota. Todo en este proyecto representó un desafío a nuestras habilidades de gestión y puesta en marcha, que cerró afortunadamente con un último encuentro presencial, que le dio calor humano a una actividad desarrollada en línea. El éxito de esta experiencia de Aprendizaje Servicio nos da razones para seguir innovando y promoviendo acciones diversas, que salen de los espacios tradicionales para las carreras de educación (como son las escuelas y liceos), pues logramos crear junto a la Villa Padre Hurtado un modelo de acompañamiento a las personas mayores especialmente significativo en un contexto de pandemia”.
Por su parte, Rommy Lagos, estudiante que participó en la instancia, enfatiza: “Este tipo de experiencias siempre son significativas para nuestra formación como futuros profesionales. En primer lugar, abren el campo laboral y entregan nuevos horizontes para el desarrollo de estrategias educativas, emocionales y sociales, desde donde podemos aportar una visión integradora y holistica bajo este contexto comunitario. Por otro lado, trabajar con adultos mayores, enriquece nuestro aprendizaje desde la experiencia y sabiduría que ellos pueden entregarnos. Son experiencias que ayudan a fortalecer nuestros conocimientos, pero por sobre todo, acercarnos a realidades que muchas veces son desconocidas e ignoradas por la sociedad”.
En tanto, Jorge González, encargado de la experiencia en la Fundación, recalca “La alianza con la UCSH ha sido de gran importancia para los residentes de la Fundación. Los adultos mayores que residen en la Fundación, en un alto porcentaje, no cuentan con una red significativa presente, por lo cual la posibilidad de tener una conversación a través de Zoom con alguien que no conocen, y que está dispuesto a escucharlos e interactuar con ellos, ha sido una experiencia muy positiva. La atención y respeto que vivenciaron en este contexto de aprendizaje, el hecho de poder aprender a través de una tecnología nueva para ellos, sentirse capaces, vigentes y valorados cobran un relevancia muy significativa. Estoy seguro de que esta experiencia también ha sido muy positiva para los alumnos del universidad y estamos contentos de que así sea. Esperamos poder seguir creciendo en conjunto para beneficiar a más residentes de la fundación”.